Nuestro Manifiesto
Volvamos al café de verdad, de origen; volvamos al pequeño productor y al café que llega a nuestras casas inundándolas de aromas, como un premio o un regalo esperado; volvamos a tratar con respeto a nuestras cafeteras espresso, demos a nuestros filtros lo mejor de lo mejor. Encontrémonos con el arabiga puro, con el robusta genuino; regresemos al café propiamente dicho.
Queremos abrir ojos y despertar paladares con café de especialidad, fresco y sin vueltas. En granos o molido, para espresso o filtro, arabiga o robusta. Café real, porque el café es una recompensa, un gesto hacia uno mismo que debe ser tomado en serio −y tomado en serio−. La discusión no pasa por la molienda, por la taza, por la leche, por el azúcar. Es mucho más simple: café o barbarie.
Este es nuestro manifiesto.
